Para algunas personas, los hostales tienen mala reputación: no son limpios, son ruidosos, sólo los jóvenes van allí, no son cómodos…. Ya sabes cómo es. Pero los hostales pueden ser una forma estupenda -y barata- de conseguir alojamiento en un lugar. Además, los hostales son lugares ideales para conocer a otros viajeros como tú.
Hicimos una lista de consejos para disfrutar más de un hostal. Lee esto y empieza a empacar tus pertenencias, ¡también querrás experimentarlo!
1. Reservas
Reservar en línea es lo más fácil de hacer. Puedes probar sitios como booking.com o hostels.com. También te recomendamos usar hostelz.com donde puedes comparar precios de diferentes sitios (incluyendo los que ya hemos mencionado). Además, si ya has decidido dónde quieres alojarte, comprueba si puedes reservar directamente en el hostal. A veces puedes conseguir un precio aún mejor reservando con ellos.
2. Lee las reseñas
Las críticas son tus mejores amigos cuando reservas en línea. Hay algunos sitios (como Booking.com) que ocultan las críticas negativas y realmente tienes que ir a la sección de críticas para leer los comentarios negativos. Me ha pasado que encuentro un hostal tan barato que me hace sospechar. La mayoría de las veces, si lees las críticas negativas te das cuenta de que está muy sucio, que es demasiado ruidoso o algo así. Además, si el albergue tiene una página en Facebook, ve a la sección de comentarios. Allí encontrarás información útil.
Siempre recuerda que las críticas dependen de las personas. Algunos lugares increíbles pueden ser un infierno si tienes una actitud negativa. Algunos lugares horribles pueden ser increíbles si eres positivo.
3. No todos los hostales son party hostels
Por alguna razón, mucha gente piensa que los hostales son para gente fiestera. Eso puede ser cierto en parte, pero depende del hostal que elijas. Los grandes hostsales tienden a ser más animados, tienen más gente y, por lo tanto, son más propensos a tener gente de fiesta. Para elegir una ubicación más tranquila, puedes buscar un hostal más pequeño. Puede ser difícil saber el tamaño de un lugar, pero puedes buscar las críticas (como se ha dicho antes) y buscar el adjetivo “tranquilo” en ellas. Además, para los introvertidos, alojarse en un albergue más pequeño puede hacer que conocer gente nueva sea más fácil.
4. Consulta las políticas de cancelación
Algunas de las políticas están ahí cuando reservas, otras no, o están en letras pequeñas, ¡un clásico! Lee si tendrás que pagar una cuota o si se te cobrará algo si cancelas. En algunos lugares, puedes cancelar sin problema, pero otros cobran por lo menos una noche de tu reservación. Esto es especialmente importante si tu presupuesto es ajustado.
5. La ubicación es importante
Comprueba si hay una estación de metro o de autobús cerca, así podrás utilizar el transporte público para llegar allí (¡y también para explorar el lugar!). Como siempre, la planificación es la clave. Comprueba en tu mapa cómo llegar al albergue. Algunos lugares tienen instrucciones precisas sobre cómo llegar: qué autobús tomar o qué estación de metro bajar. Si tienes preguntas, ponte en contacto con el albergue para que te puedan ayudar. La mayoría de los lugares están encantados de ayudarte.
6. Comprueba si aceptan tarjetas
Me ha pasado dos veces que hice una reservación en línea y una vez que llego a un lugar, ¡no aceptan tarjetas! No me gusta esto en absoluto, pero debo confesar que en los dos lugares claramente dijeron que no aceptaban tarjetas y no lo leí. Ojalá pudiéramos vivir en un mundo en el que todo se pudiera pagar con tarjetas, pero lamentablemente no es así. Aunque puede ser muy incómodo, no querrás quedarte varado en un albergue y perder un tren o un vuelo porque no tienes dinero para pagar. Lo que es mejor, trata de pagar cuando llegues al albergue para que no tengas ese pago pendiente.
7. Los hostales pueden ser ruidosos: ¡Abrázalo o prepárate para ello!
Muchos viajeros van y vienen en los hostales. Eso es parte de las grandes cosas de quedarse en uno, ¡están llenos de gente interesante! Pero en algún momento tienes que dormir, es decir…. esa es la razón principal por la que estás reservando un hostal. Si compartes una habitación, prepárate. Podría ser una buena idea conseguir una máscara para dormir y algunos tapones para los oídos.
8. Piensa en los demás
No seas la persona que empaca sus pertenencias a las 5 de la mañana con las luces encendidas. Recuerda que estás compartiendo este lugar con otros. Aunque no compartas una habitación y tengas una privada, hay áreas comunes que debes respetar. Mantén todo limpio, no hables demasiado alto si oyes que todos están durmiendo, sé respetuoso.
9. ¡Las literas de abajo son las mejores!
Si te quedas en un dormitorio, habrá literas allí. Recuerdo que era pequeña y siempre quería tener la litera de arriba. Bueno, mi recomendación de hoy sería conseguir la que está abajo. Es mucho más fácil entrar y salir. Además, en muchos hostales, las tomas de corriente están más cerca de ellas. Estar en la litera de abajo puede ser útil si quieres ir al baño en la noche. ?
10. Trae tu propia toalla, champú y sandalias
Lo sé, estas cosas son horribles y ocupan espacio en el equipaje. Pero piensa que los hostales no son hoteles. La mayoría de ellos no tienen estos artículos disponibles para ti. Las chanclas son útiles porque mucha gente entra y sale de las duchas y no puedes saber exactamente si puedes infectarte de algo de ellas, así que prepárate.
11. Trae tu propio candado
Es muy común que los hostales tengan sus propios casilleros (en las habitaciones o fuera de ellas) para que puedas poner tus pertenencias allí. Algunos de ellos ofrecen los casilleros con candados, pero otros no, por lo que es entonces cuando un candado de repuesto resulta útil. Esta es una manera muy fácil de mantener tus pertenencias seguras. Pero ten en cuenta que si estás súper preocupado por perder algo valioso -que no es completamente necesario para tu viaje-, es mejor que no lo traigas en primer lugar.
12. Estate al tanto de sus pertenencias
Puedes confiar en la gente y pensar que no puede pasar nada, pero siempre ten en cuenta dónde están tus cosas. Incluso si es dejar tu billetera en tu cama mientras vas al baño. Hay mucha gente yendo y viniendo a los hostales, así que nunca sabes qué tipo de gente encontrarás.
13. Solicita recomendaciones al personal del hostal
El personal del hostal está formado en su mayoría por personas del lugar, por lo que sabrán qué recomendar. Pide todo lo que necesites, incluso si se trata de dónde lavar la ropa o dónde está el cajero automático más cercano. La gente que trabaja en los albergues está acostumbrada a los viajeros, por lo que siempre tienen muy buenos consejos. Además, no preguntes a dónde ir, pregunta a dónde van para obtener recomendaciones más auténticas.
14. Verifica si hay chinches de cama
Por último, pero no por ello menos importante, verificar que no haya chinches es básico. Si nunca has experimentado chinches, bueno, tienes mucha suerte y yo estoy celosa. Estas pequeñas criaturas son lo peor. Antes de meterse en la cama, comprueba si hay rastros de esas horribles criaturas. Como son súper pequeñas pueden ser difíciles de detectar, pero siempre se puede buscar su popó (lo sé, asqueroso). Los excrementos se ven como manchas negras o marrones oscuras y son visibles si la cama está infestada de chinches. Además, si al día siguiente hay pequeñas manchas de sangre en tus sábanas, es posible que te hayan picado. ¡Evítalos a toda costa!
Espero que disfrutes de tu experiencia en un hostal. ¿Qué otros consejos nos darías? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!